EL EFECTO PIGMALIÓN O ¡EL COACHING AL DESNUDO!......
(Los secretos que incluso algunos Coaches desconocen o la importancia de estar preparado para ejercer la profesión)....
Pigmalión, rey de Chipre, buscó durante muchísimo tiempo
a una mujer con la cual casarse. Pero con una condición: debía ser la mujer
perfecta. Frustrado en su búsqueda, decidió no casarse y dedicar su tiempo a
crear esculturas preciosas para compensar la ausencia de la mujer amada. Una de estas, Galatea,
era tan bella que Pigmalión se enamoró de la estatua.
Mediante la intervención de Afrodita,
Pigmalión soñó que Galatea cobraba vida. En la obra Las
metamorfosis, de Ovidio,
se relata así el mito:
"Pigmalión se dirigió a la estatua y, al tocarla,
le pareció que estaba caliente, que el marfil se ablandaba y que, deponiendo su
dureza, cedía a los dedos suavemente, como la cera del monte Himeto se
ablanda a los rayos del Sol y se deja manejar con los dedos,
tomando varias figuras y haciéndose más dócil y blanda con el manejo. Al verlo,
Pigmalión se llena de un gran gozo mezclado de temor, creyendo que se engañaba.
Volvió a tocar la estatua otra vez y se cercioró de que era un cuerpo flexible
y que las venas daban sus pulsaciones al explorarlas con los dedos".
Al despertar, Pigmalión se encontró con Afrodita,
quien, conmovida por el deseo del rey, le dijo "mereces la felicidad,
una felicidad que tú mismo has plasmado. Aquí tienes a la reina que has
buscado. Ámala y defiéndela del mal". Y así fue como Galatea se
convirtió en humana.
Cuando alguien anticipa un hecho, existen muchas
probabilidades de que se cumpla. A este fenómeno en Psicología Social se le
llama: “realización automática de las predicciones”; también se le conoce como
“El Efecto Pigmalión, o la profecía que se cumple a sí misma”.
Existen muchos estudios de pedagogos y psicólogos que confirman
este hecho, entre ellos el de Rosenthal. Éste dio a los profesores de una
escuela una relación de alumnos y les dijo que tenían una capacidad superior,
sin embargo, todos habían sido elegidos al azar. Este grupo realizó más avance
intelectual que el resto. El profesorado esperaba mejores resultados y los
tuvieron, con lo que la profecía estaba cumplida.
“El Efecto Pigmalión” para podérsele llamar así requiere de tres aspectos:
1. Creer
firmemente en un hecho,
2. Tener la expectativa de que se va a cumplir y
3. Acompañar
con mensajes que animen su consecución.
Este fenómeno se da generalmente en variados ámbitos y roles cuando hay relaciones de dependencia
entre las personas:
Padres e hijos, profesores y alumnos, parejas, etc....
El por qué sucede,
estaría relacionado con una energía sutil en la que las personas somos capaces de proyectar y transmitir a otras nuestras propias expectativas; también interviene la que pone en marcha la persona misma para
adaptarse a lo que se espera de ella y, así sentirse tomada en cuenta, positiva o
negativamente (Fenómeno de Pertenencia).
Conviene revisar nuestras expectativas, pues, a veces,
actuamos de forma contradictoria. Por ejemplo, es muy común pedirle al hijo que estudie,
pero creemos que no lo hará, dado que lo hemos intentado muchas veces. Ese
proceso ha estado salpicado con frases del tipo: “Así no aprobarás; no haces
más que ver la televisión”, etc. Sin darnos cuenta, estamos colaborando en que el
hijo cumpla lo que pensamos, de hecho lo invitamos a hacerlo de esta manera.
Pasa lo mismo en las parejas y relaciones profesionales, en las parejas por ejemplo se comienza con una relación pensando que este hombre o esta mujer seguro es "igual que todos o todas", claro al fin y al cabo es hombre - mujer según sea el caso y por supuesto que hay patrones sociales o culturales, sin embargo nadie es igual a nadie, y bueno, pensando de esta manera ya nos imaginamos el resultado.
Lo que las personas esperamos de otros tiende a cumplirse. Por tanto, necesitamos tener expectativas
constructivas que les permitan mostrar lo más brillante de ellos mismos y
desechar las negativas, pues les llevan a la degradación y a la merma personal.
Efecto pigmalión positivo: El efecto pigmalión positivo se refiere a aquel que produce
un efecto positivo en el sujeto, de forma que afianza el aspecto sobre el cual
se produce el efecto, provocando un aumento de la autoestima del sujeto y del
aspecto en concreto.
Efecto pigmalión negativo: El efecto pigmalión negativo es aquel que produce que la
autoestima del sujeto disminuya y que el aspecto sobre el que se actúa
disminuya o incluso desaparezca.
Aspecto Social:
En todos los grupos sociales, la tradición cultural
asigna normas de comportamiento a las que se espera que se adapten sus
miembros. Generalmente implícitas, estas normas imponen códigos de conducta que
no es fácil rehuir, por ejemplo, el que una mujer deba tener gestos delicados o
que si la familia de una persona es adinerada, entonces esa persona debe vivir
en una casa lujosa. Lo que empieza como una imitación por parte de los hijos de
lo que hacen sus padres se convierte en su propio modo de ser . Esto quiere
decir que las personas adquieren un rol a partir de los demás, y acaban
creyéndolo propio. Se puede decir entonces, que somos lo que los demás esperan
que seamos.
Si esperas que te suceda te va a suceder. La ley de las
expectativas establece
que todo lo que esperes que te pase con una determinada
certeza se convertirá en tu
propia profecía de auto cumplimiento. En psicología conocemos
estos fenómenos
psicológicos desde nuestro ensayo sobre el efecto placebo
en los medicamentos por ejemplo.
¡Actúa en vez de suplicar. Sacrifícate sin esperanza de
gloria ni recompensa!
Si quieres conocer los milagros, hazlos tú antes.
Sólo así podrá cumplirse tu peculiar destino.
... Ludwig van Beethoven
DESTINO:
Durante una batalla, un general japonés decidió atacar aún cuando su ejército era muy inferior en número. Estaba confiado que ganaría, pero sus hombres estaban llenos de duda. Camino a la batalla, se detuvieron en una capilla. Después de
rezar con sus hombres, el general sacó una moneda y dijo, "Ahora tiraré esta moneda. Si es cara, ganaremos. Se es cruz, perderemos. El destino se revelará".
Tiró la moneda en el aire y todos miraron atentos como aterrizaba. Era cara. Los soldados estaban tan contentos y confiados que atacaron vigorosamente al enemigo y consiguieron la victoria.
Después de la batalla, un teniente le dijo el general, "Nadie puede cambiar el destino". "Es verdad", contestó el general mientras mostraba la moneda al teniente, que tenía cara en ambos lados.
Este efecto ha sido confirmado posteriormente por otros investigadores en el mundo de la empresa, en el trabajo con equipos y en las relaciones personales.
Las bajas o altas expectativas que un líder tiene de su grupo o de algunos miembros, con independencia de que estén basadas en supuestos falsos o verdaderos, influyen de hecho en los resultados que se obtienen.
Se trata por tanto de profecías autocumplidas, ya que la forma en que un líder concibe a quienes le rodean se transmite mediante su forma de interaccionar y comunicarse con ellos. Si da por hecho que sus colaboradores son inexpertos o poco comprometidos, lo más probable es que los trate como tales y vea cumplida su profecía cuando ellos respondan a esa actitud comportándose con desmotivación. Cuando un líder cree en las posibilidades de las personas con las que trabaja y en su potencial, y las trata como expertos y como personas maduras, efectivas y motivadas, genera en ellos más motivación, seguridad y compromiso.
Obsérvate atentamente durante varios días. ¿Cómo concibes a las personas de las que te rodeas? ¿Desde qué presupuestos interpretas su conducta? ¿Qué les comunicas con tu actitud cuando interaccionas con ellos?
Relaciones de alto rendimiento y altas posibilidades requiere de una visión de las personas acorde a los resultados que se esperan de ellas.
rezar con sus hombres, el general sacó una moneda y dijo, "Ahora tiraré esta moneda. Si es cara, ganaremos. Se es cruz, perderemos. El destino se revelará".
Tiró la moneda en el aire y todos miraron atentos como aterrizaba. Era cara. Los soldados estaban tan contentos y confiados que atacaron vigorosamente al enemigo y consiguieron la victoria.
Después de la batalla, un teniente le dijo el general, "Nadie puede cambiar el destino". "Es verdad", contestó el general mientras mostraba la moneda al teniente, que tenía cara en ambos lados.
Este efecto ha sido confirmado posteriormente por otros investigadores en el mundo de la empresa, en el trabajo con equipos y en las relaciones personales.
Las bajas o altas expectativas que un líder tiene de su grupo o de algunos miembros, con independencia de que estén basadas en supuestos falsos o verdaderos, influyen de hecho en los resultados que se obtienen.
Se trata por tanto de profecías autocumplidas, ya que la forma en que un líder concibe a quienes le rodean se transmite mediante su forma de interaccionar y comunicarse con ellos. Si da por hecho que sus colaboradores son inexpertos o poco comprometidos, lo más probable es que los trate como tales y vea cumplida su profecía cuando ellos respondan a esa actitud comportándose con desmotivación. Cuando un líder cree en las posibilidades de las personas con las que trabaja y en su potencial, y las trata como expertos y como personas maduras, efectivas y motivadas, genera en ellos más motivación, seguridad y compromiso.
Obsérvate atentamente durante varios días. ¿Cómo concibes a las personas de las que te rodeas? ¿Desde qué presupuestos interpretas su conducta? ¿Qué les comunicas con tu actitud cuando interaccionas con ellos?
Relaciones de alto rendimiento y altas posibilidades requiere de una visión de las personas acorde a los resultados que se esperan de ellas.
En la
literatura psicosocial se han analizado una serie de procesos asociados con
este tipo de creencias, tales como la percepción de los demás, los prejuicios,
la tolerancia, la confianza y otros aspectos relacionados con el creer o no
creer en el otro y que, por esa vía, conllevan a que se haga realidad el efecto
Pigmalión.
Recordemos entonces que “El
efecto Pigmalión es el proceso mediante el cual las creencias y expectativas de
una persona respecto a otra afectan de tal manera en su conducta que la segunda
tiende a confirmarlas. Del mismo modo que el miedo tiende a provocar que se
produzca lo que se teme, la confianza en uno mismo, contagiada por
un tercero, puede darnos alas”.....
Los humanos somos
así, no podemos evitarlo, somos sensibles a
las expectativas de los otros, éstas nos hacen actuar de una
forma diferente y nuestras acciones hacen que las expectativas se
cumplan.
Consciente o inconscientemente respondemos a lo que otras
personas esperan de nosotros.
El efecto no tiene nada de mágico, al menos si empezamos
a entender un poco cómo funcionan los sistemas o incluso si prestamos un poco
de atención a los puntos en común con algunas leyes de la física cuántica.
Lo que ocurre es lo siguiente: las personas, de acuerdo
a sus creencias, en este caso a sus expectativas acerca de lo que otras personas pueden hacer, se comportarán de forma distinta y tratarán a estos individuos de
forma diferente. Según la propiedad de homeostasis de
los sistemas: cualquier cambio
efectuado en una parte del sistema afectará al resto del sistema que tendrá que
adaptarse a dicho cambio(creo que es fácil adivinar que la otra
parte del sistema son dichos individuos). A estos les darán más y mayores
estímulos, les hablarán de otra manera, les mirarán diferente, les exigirán
más, confiarán más en ellos, etc. A cambio, estos individuos, al ser tratados de
este modo, responderán de manera diferente, confirmando así las expectativas de estas personas y proporcionando las respuestas acertadas con más frecuencia.
Cuando esto se hace de una forma continuada a lo largo de
varios meses, estas personas consiguen mejores resultados en los ámbitso en los que se haya trabajado con ellos.
Pigmalión tiene una explicación
científica: hoy sabemos que cuando alguien confía en nosotros y nos
contagia esa confianza, nuestro sistema límbico acelera la
velocidad de nuestro pensamiento, incrementa nuestra lucidez y nuestra energía,
y en consecuencia, nuestra atención, eficacia y eficiencia.
Las
expectativas influyen en los dos sentidos, tanto si son positivas como si son
negativas, si creemos que el otro fracasará, nuestras creencias le afectarán
para que se cumpla la profecía.
Íntimamente relacionado con este concepto, Robert K. Merton desarrolló la idea de la "profecía que se cumple a sí misma",
según la cual existen definiciones falsas de la realidad que provocan unas
conductas tales que convierten en verdadero el concepto originariamente falso.
Una profecía autocumplida o autorrealizada es una predicción que, una vez hecha, es en sí misma la causa de que se
haga realidad.
Su concepto de "profecía
que se autorrealiza" deriva a su vez del Teorema de Thomas, que dice que:
- Si una situación es definida como real, esa situación tiene
efectos reales.
En otras palabras, la gente no reacciona simplemente a
cómo son las situaciones, sino sobre todo, a la manera en que perciben tales
situaciones y al significado que le dan a las mismas.
Su comportamiento está determinado en parte por su
percepción y el significado que atribuyen a las situaciones en las que se
encuentran, más que a las situaciones en sí mismas. Una vez que una persona se
convence a sí misma de que una situación tiene un cierto significado, y al
margen de que realmente lo tenga o no, adecuará su conducta a
esa percepción, con consecuencias en el mundo real.
Como he dicho muchas veces, vivimos en nuestros mapas y
estos mapas, mucho más que la propia realidad, determinan nuestra vida. Aunque en teoría según Bandler-Grinder "El mapa no es el territorio"
Si todavía no tienes suficiente, de la física moderna podemos destacar dos conclusiones realmente revolucionarias en el campo
científico:
- El observador no
es imparcial y objetivo sino que ejerce una
influencia sobre los objetos observados ya
que todo se encuentra inmerso en una telaraña de interrelaciones y conexiones.
-
Esta telaraña de interrelaciones es intrínsecamente dinámica, de modo que la materia se entiende como algo activo,
en continuo movimiento vibratorio.
Para la física cuántica, cualquier realidad es posible, pero, según sea el
“observador-participador” sólo se concreta una: todo es posible
y sólo hay una concreción; todo es posible aunque se concrete sólo una
expresión. El potencial cuántico depende de las interacciones entre las
“partículas” del sistema y el contexto.
Según la física cuántica, todas nuestras posibilidades están teniendo lugar simultáneamente,
no obstante cuando enfocamos nuestra atención en la realidad, apenas una
posibilidad se concibe como real para poder experimentarla como experiencia de
vida.
La nueva física es más orgánica y holística; pinta una
imagen del universo como un todo unificado, cuyas partes están interconectadas
e influyen unas sobre otras.
En física cuántica, el observador influye en el objeto
observado. No existen los observadores aislados del universo mecánico, sino
que todo participa en el universo.
Esto no es nuevo, quizás lo único nuevo es su
comprobación científica, ya lo decía Goethe (1749-1832) mucho
antes de estos experimentos:
“Si se trata a un hombre como lo
que es, seguirá siendo lo que es; si se trata a un hombre como él puede y debe
ser, llegará a ser lo que puede y debe ser”.
A la
vista de todo esto, no deja de ser interesante comprobar el poder que tenemos,
y espero que, esta reflexión sobre la responsabilidad que
acompaña o debería acompañar a este poder, impacte de manera positiva en ti, sabiendo que podemos influir en el
rendimiento de los demás sólo con nuestras creencias.
Te pediría por favor, y de paso hacedle a las
personas que te rodean, preguntate, aunque sólo sea hoy, qué tipo de padres,
jefes, profesores, amigos, parejas, seres humanos… quieren ser.........
Cuántas veces nos ha
sucedido que cuando conocemos a una persona hacemos una construcción total del
sujeto de acuerdo a nuestras experiencias, es decir atribuimos características
de todo tipo en base a nuestra historia personal a partir de nuestros juicios y
valores.
La percepción o juicio formulado cumple una función, la cual
depende de cada observador o del observador que estamos siendo en ese preciso
momento.
Infinidad de estudios se han realizado en las áreas de Pedagogía
y Psicología (No así en el coaching) que comprueban que si a un grupo de profesores se les asignan alumnos,
recomendando a los mismos como alumnos con capacidad superior (dicho grupo fue
escogido aleatoriamente), dichos alumnos realizaron grandes avances y
resultados sobresalientes en el área académica, este cambio
es el resultado de las expectativas que los profesores depositaron en los
alumnos; esperaban lo mejor y el resultado fue lo mejor.
Si dejamos el ámbito educativo y lo trasladamos a la
organización o a la faceta íntima en nuestras relaciones, sería conveniente analizar de manera consciente cuáles han sido
las expectativas que has puesto como líder, padre, pareja etc., en las personas que conforman tu entorno.
En este momento tomate un espacio y piensa a quien
consideras el mejor de tus conocidos, y a quién consideras el menos
confiable. Siguiendo con esto, cuál sería tu reacción si aquél conocido sobre el cual la expectativa es reservada, dicho de otra forma, si aquél en
quien menos confías presenta resultados confiables en cualquier ámbito de su vida, además un desempeño excepcional,
sería probable que de primera instancia trates de indagar si alguien
más le esta apoyando, ya que no acabas por creer que haya podido hacerlo sólo,
o bien repetirse a sí mismo “dicho resultado, es algo muy sencillo,
”cualquiera lo haría”, incluso podrías darte el lujo de apoyarte con alguno de tus conocidos “estrella”, a fin de revisar de manera meticulosa el resultado de esta persona.
Por otra parte ¿Cuál sería tu reacción si algún conocido de los que consideras “estrella”, no presentara un buen resultado en cualquier ámbito de su vida?.....
Al final de este ejercicio lo importante es observar que
la profecía autocumplida se aplica en ambos sentidos, no solo tu creas expectativas sobre las personas que te rodean, sino que quienes te rodean crean expectativas respecto a ti.
Valdría la pena entonces observar más, dejar de lado los juicios
antes de poner una etiqueta a los demás y si hay que hacerlo apostar a lo mejor
del otro, finalmente las expectativas que depositemos en ellos, algunas veces serán las
mismas que los otros depositarán en mi.
"La mayor sabiduría que existe es conocerse a uno mismo"
Galileo Galilei.....
Julio Alvarez
Psicologo, Máster Coach y Dinamizador Empresarial
www.ics-smartcoaching.com